A escala mundial, estamos viviendo un proceso de urbanización para albergar a la creciente población humana, en detrimento de las zonas rurales y naturales.
Para la mayoría de especies salvajes la urbanización de los entornos rurales o naturales tiene un impacto negativo, lo que repercute en la biodiversidad del territorio.
Incluso en el centro de las grandes ciudades encontramos algunas especies salvajes que cohabitan con el hombre y sus animales domésticos
Sin embargo, algunas especies salvajes en lugar de verse perjudicadas por este proceso de creación de nuevas zonas urbanas se ven favorecidas, ya que consiguen sacar provecho del nuevo hábitat creado por el hombre y de los recursos que las zonas urbanas les ofrecen.
¿Por qué a algunos animales les gustan las ciudades?
En las ciudades, estos animales encuentran alimento abundante y refugios. Por ello, estas especies pueden ser más abundantes en las zonas urbanas, en urbanizaciones, a base de chalets con jardines, que en las zonas rurales, en las que se encuentran campos de cultivos y pueblos.
Además de proporcionarles recursos abundantes en forma de alimento, refugio y lugares para la reproducción, las zonas urbanas ofrecen a la fauna urbana unas condiciones climáticas más favorables, sobre todo en cuanto a temperatura.
¿Qué tipo de animales salvajes eligen las ciudades para vivir?
Los animales salvajes que eligen los entornos urbanos para vivir son llamados animales urbanos y el conjunto de ellos es lo que se conoce como fauna urbana. En biología, estos animales se conocen como fauna sinantrópica o antropófila.
La paloma es un ejemplo perfecto de animal urbano o también llamado sinantrópico
Buen ejemplo de animales urbanos son los zorros o los coyotes entre otros mamíferos carnívoros de talla media, de dieta generalista, con comportamiento muy adaptable y alta capacidad de reproducción.
Sin embargo, otros mamíferos adquieren el título de "urbanos", como las ratas y los ratones, como ejemplo de roedores, ciertos murciélagos, como el murciélago enano o común.
Entre los insectos encontramos una variedad importante de especies urbanas, como las cucarachas, los sigilosos pececillos de plata o, por ejemplo, algunas hormigas, como la exótica e invasora hormiga argentina.
Tampoco nos podemos olvidar de las aves de jardín, como el petirrojo o el mirlo, y mucho menos de la paloma bravía, cuyas formas semidomésticas pueblan sin excepción las grandes ciudades.
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